viernes, 26 de marzo de 2021

El amor a color

 Te quiero. Tal como eres y sin conocerte. Porque eres especial. Un ser maravilloso que no necesita ser cambiado por nadie. Acepta y abraza tu identidad biológica, que está esculpida indeleblemente en tu genética y te hace una persona especial y única. Te amo.

Te quiero porque cuando nos concibieron llevábamos el mismo destino: el óvulo que nuestras madres liberaron ya llevaba instrucciones precisas: todos seríamos mujer, que es el estado biológico pre-programado de la humanidad. Lo único que podía alterar ese programa sería una pequeña proteína producida por el cromosoma Y, que poseen los hombres. Esa proteína, SRY, es producida como a los dos meses de la fecundación. De forma sencilla, si el óvulo de una mujer es fecundado hoy por un espermatozoide con el cromosoma sexual Y, el embrión resultante comenzará a desarrollarse como si fuéramos mujeres. Es a los dos meses que, ante la producción e influencia de SRY, el embrión detiene su desarrollo femenino y comienza el masculino. Para entonces, sin embargo, los hombres quedaremos con vestigios y evidencia de nuestro destino original biológico: nuestros pechos estaban destinados a ser senos para la producción de leche, y ahora los tenemos sin ninguna función biológica. Algo así como senos atrofiados. Además, SRY causa que lo que sería nuestro clítoris se desarrolle más para dar lugar a un pene, y que lo que serían nuestros ovarios se desarrollen en testículos.
SRY tiene otra función importante, y es que activa genes que participan en la masculinización del cerebro, y su ausencia resulta en la feminización de este. Ya saben, los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Ahora bien, ¿qué tal si la proteína SRY se produce en dosis más bajas, y el proceso de masculizinación no se completa? ¿Acaso esto no abre la posibilidad a que el desarrollo sexual biológico permita grados de masculinización, o puesto de forma más clara, de feminización basado en cuánta SRY se produce? Eso abre la posibilidad a que el concepto género, masculino o femenino, se debe repensar. Ya no podríamos ver el concepto de sexualidad en blanco y negro, sino en una gama de posibilidades y colores, dependiendo de cuánto SRY u otras moléculas aún no identificadas participen en nuestro desarrollo sexual.
Esto es como el color de la piel. Los humanos no venimos en dos versiones, blancos y negros, sino que esos “colores” representan los extremos de una gama maravillosa de adaptaciones biológicas que incluyen todas las tonalidades posibles. Lo mismo con la orientación sexual: todos los grados de atracción entre los humanos deben ser aceptados, porque están predeterminados antes de nacer. La homosexualidad, por tanto, no es una orientación que fue escogida, sino programada genéticamente. No necesita cura porque no es una enfermedad. Es una diferencia. Es como el arcoíris. Vemos sus colores principales, pero si observamos bien hay un continuo entre los extremos del rojo y el violeta.
Sonrío mientras escribo esto porque, aunque muchos de los que predican un amor divino gritan que te odian, tienes el apoyo de los que te amamos, no en blanco y negro, sino a color. A lo mejor a eso se refería Edith Piaf cuando cantaba “La vida en rosa”.



miércoles, 30 de diciembre de 2020

Sobre Goya, el rey Carlos IV y la vacuna de la viruela en Puerto Rico

 

El 14 de mayo de 1796 Edward Jenner vacunó al niño James Phipps, en Inglaterra, con "cowpox". Jenner se había enterado de que una infección con la viruela de vaca ("cowpox") confería protección contra la viruela humana ("smallpox") cuya mortalidad rondaba el 20%, pero que en algunos casos llegó al 60%. Poco tiempo después lo inoculó con la viruela humana.  Por suerte para Jenner, el niño y el desarrollo de la ciencia, James sobrevivió.  Así comenzó la estrategia preventiva más revolucionaria de la medicina contra las enfermedades infecciosas.  En el 1980 la Organización Mundial de la Salud declaró la erradicación de la viruela.  Es la mayor victoria de la ciencia y la medicina contra una enfermedad.  

El uso de la vacunación tuvo muchos detractores desde el principio, y muchas personas se negaban a vacunarse por temores a efectos secundarios.  Fue el primer movimiento anti vacunas de la historia . De hecho Jenner fue ridiculizado, incluso por algunos médicos. El caricaturista de la época James Gillray se burló de los antivacunas con una ilustración donde les salían apéndices de animales a los vacunados.  

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d6/The_cow_pock.jpg


La viruela no discriminaba entre pobres y ricos ni educados e ignorantes, y causó la muerte de varios miembros de las familias reales europeas.  Para finales del siglo 18 el rey Carlos IV de España había perdido a su hermano Gabriel y a su cuñada María Ana Victoria, reina de Portugal. Además se había infectado su esposa y una de sus hijas, quienes sobrevivieron.  Para ese tiempo ya se estaba practicando la vacunación en algunos países de Europa.  Entre los vacunados estaba el rey Luis XVI de Francia.  Por supuesto esto no lo protegió de la guillotina y perdió la cabeza, literalmente, bajo la guillotina el 21 de enero del 1793, durante la Revolución Francesa (en Hamilton se hace referencia a este evento).

Cuadro de Francisco Goya que muestra a la familia real de Carlos IV.  Al centro está su esposa, la reina María Luisa, quien había sufrió de viruela pero sobrevivió.  Al fondo, en el extremo izquierdo, vemos a Goya frente al lienzo.  El efecto de la viruela en la familia real llevó al rey a instituir una vacunación masiva de alcance mundial.  Cuadro del Museo del Prado


Ante este panorama, el rey Carlos IV instituyó en el 1802 un programa de vacunación masiva por toda España, que luego incluiría a gran parte del imperio español.  A tales efectos, nombró al médico Francisco X. de Balmis para que dirigiera una expedición hacia el Nuevo Mundo, con paradas en las Islas Canarias y luego Puerto Rico, desde donde seguiría al resto de las Américas.  Debido a que no habían métodos de refrigeración para preservar el material de la vacuna, trajeron en el barco a 22 niños huérfanos para transportar la vacuna. Aparte de que fueran huérfanos, tenían como requisito que no estuvieran vacunados previamente ni hubieran sufrido la enfermedad, de tal forma que fueran vacunados durante la travesía, de dos en dos, y se generaran lesiones o pústulas de las cuales podían extraer líquido para inocular los próximos dos niños.  Así mantenían el material de la vacuna viable. 

La expedición de Francisco de Balmis.  José Salvany, quien lo acompañaba, se dirigiría más tarde hacia Sur América y de Balmis siguió rumbo al Caribe, México y luego hacia las Filipinas.  A esto se le conoció como la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.

Al llegar a Puerto Rico, el 9 de febrero de 1804, de Balmis se encontró con la noticia de que el gobernador de Puerto Rico, Ramón de Castro, había comenzado una campaña de vacunación meses antes con material obtenido de la isla de St. Thomas, entonces colonia danesa, de donde habían enviado a una niña esclava inoculada.  De Puerto Rico partieron hacia La Guaira en Venezuela, y José Salvany, colega de de Balmis, se dirigió con un grupo hacia Sur América y de Balmis se dirigió hacia el Caribe, América Central, México y luego hacia las Filipinas, estableciendo centros de vacunación en estos lugares.  Esta expedición, conocida como la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, fue la primera vacunación masiva internacional en la historia.  En honor a de Balmis, el gobierno español bautizó su campaña nacional de vacunación contra Covid19 la Operación Balmis.  

La técnica de vacunación brazo a brazo, que se usaba frecuentemente, fue eventualmente prohibida porque hubo casos donde los vacunados eran infectados con otras enfermedades como la sífilis.  Para evitar esto, se prefería la vacunación de vaca a brazo.  Se inoculaba una vaca con el "cowpox", y una vez aparecían las lesiones se tomaba material para vacunar a las personas (precisamente la palabra vacuna proviene del latín vacca para referirse este animal). Evidencia de esta práctica es esta anuncio donde se ofrecía el servicio por dos pesos en el área de Puerta de Tierra. 

 

Obtenido del Archivo Digital Nacional de Puerto Rico
https://archivonacional.com/?t=v8lhJVD6



En la escuela se nos hablaba de que aunque Puerto Rico es pequeño, juega un papel estratégico muy importante por su localización geográfica.  Nuestro país fue la primera parada en América de la expedición de Balmis, y aunque ya había comenzado el proceso de vacunación en la isla, su parada amarró un hilo en la tela de la historia de la medicina.  


Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.





lunes, 6 de julio de 2020

Los estudiantes no deben regresar a las escuelas de Puerto Rico en agosto 2020

Los estudiantes no deben regresar a las escuelas de Puerto Rico en agosto 

DISEMINAR AMPLIAMENTE

Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Catedrático
Departamento de Biología
Universidad de Puerto Rico en Cayey
edwin.vazquez4Arrobaupr.edu (escrito así por evitar bots).


Los estudiantes del Departamento de Educación de Puerto Rico no deben regresar de forma presencial en agosto. De hecho, tampoco los del sistema privado de enseñanaza. Las razones se caen por su peso, pero las discuto brevemente porque aún no están claras entre algunos sectores. 

La pandemia está comenzando

Los primeros casos del Covid19 fueron detectados en Wuhan, China hace solamente unos seis meses. En ese corto lapso, y a la fecha de este escrito, se han reportado más de once millones y medio de casos y más de medio millón de muertes.  Aunque el número de casos en algunos de los países más afectados al principio se ha comenzado a estabilizar, se han desarrollado nuevos focos de infección significativos en países de América Latina, India y África.  Más preocupante aún es el hecho de que el gobierno de Estados Unidos ha perdido el control de la pandemia y en varios estados el número de casos amenaza con colapsar los sistema de salud correspondientes, incluyendo a estados como Florida, del cual recibimos un gran número de visitantes. A eso hay que añadirle que los países que han levantado sus cuarentenas, como Puerto Rico, están experimentando un aumento de casos.  La Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y reconocidos epidemiólogos coinciden en que la pandemia continuará por mucho tiempo.

No hay vacuna, no hay medicamentos

Si abrimos las escuelas en agosto, lo único que nos podrá proteger serán las medidas de distanciamiento social, desinfección y pruebas moleculares. No existe vacuna aún, y los proyecciones más optimistas apuntan a que, de desarrollarse una que sea efectiva, sería para principios del próximo año, si acaso.

No sabemos que está pasando en Puerto Rico

Seguimos a ciegas.  Tras meses de cuarentena, aún el gobierno de Puerto Rico no ha establecido un sistema activo y eficiente de pruebas que determinen el grado de diseminación del virus SARS-CoV-2, causante del Covid19, entre la población.  Estas pruebas, también conocidas como pruebas moleculares o RT-PCR, son la lámpara molecular que nos permitirá ver y determinar cuán diseminado está el virus en el país y si es adecuado abrir los espacios sociales o no.  Más aún, el gobierno no ha implementado un sistema imprescindible de rastreo de casos que sea efectivo. Esto es lo que nos permitirá identificar a las personas que estuvieron en contacto con un infectado, y así hacerle pruebas y tomar las medidas para que esas personas no se conviertan en potenciales diseminadores de la enfermedad.  Se están haciendo pruebas, pero todavía son muy pocas.  Lo que es peor, se le está dando un peso desmedido a las pruebas rápidas que detectan anticuerpos.  Estos se comienzan a formar unos siete días después de entrar en contacto con el virus, por lo que lo único que nos indican es que la persona estuvo expuesta al virus por lo menos una semana antes, pero no si tiene el virus.  Durante todo ese tiempo la persona pudo haber infectado a cientos de personas y el rastreo se hace imposible. 

Necesitamos un protocolo de regreso

Faltan solo un mes para completar un protocolo abarcador para la reapertura.  Si el DEPR tiene uno, ya debió haberlo puesto a prueba con el personal escolar.  Y no puede ser un protocolo genérico, sino adaptado a la realidad e idiosincracia de cada escuela y comunidad, donde se haya involucrado no solo al personal de la escuela, sino a toda la comunidad, incluyendo padres, encargados y hasta el señor que vende dulces en una guaguita.  

Regresar en agosto no puede ser abrir los salones y comenzar a dar clases.  Hay que establecer un protocolo riguroso para evitar los potenciales contagios entre todos los sectores de la universidad que debe incluir, entre otros:

·      La adecuación de la planta física para la nueva realidad de ofrecer clases en medio de una pandemia. Esto incluye la disponibilidad para todos de material desinfectante, y otros materiales, en todas las áreas públicas, oficinas, etc.

·      Un sistema de monitoreo de todos los miembros de la comunidad académica que puedan presentar síntomas, y uno de rastreo de potenciales contactos, de ser necesario.  Esto se debe coordinar con los municipios, el Departamento de Salud y demás agencias del gobierno

·      Evitar la aglomeración de estudiantes (y otros sectores) en pasillos y otras áreas físicas. Para esto hay que limitar el número de estudiantes en un área diseñando una oferta académica que propenda a un distanciamiento social saludable.  Incluye espacios como las cafeterías, biblioteca, y oficinas, entre otros.  Las secciones tienen que estar escalonadas.  Hay que tomar en cuenta la dificultad de implantar este tipo de medida, considerando factores culturales y afectivos entre los integrantes de la comunidad escolar.

·      La desinfección de los salones entre cada clase (pupitres, mangos de las puertas, materiales y equipo), de tal forma que si una clase termina a las 8:50 la próxima no puede entrar a las 9:00 ya que tiene los empleados de mantenimiento, o las personas designadas, si es que las hay, necesitan tiempo para desinfectar las áreas correspondientes.  Al terminar cada clase, hay que desinfectar el salón o área de estudio.

·      Un sistema organizado de entrada y salida en los salones.  Cada salón utilizado debe tener un solo acceso para los que entran y otro para los que salen.  Tanto la salida como la entrada tiene que ser de forma escalonada, para guardar la distancia necesaria. 

·      Espacio adecuado en los salones para el distanciamiento social.  Cualquier medida que se tome no tendrá valor si en un salón se reúnen, por ejemplo, veinte estudiantes sin una distancia adecuada entre ellos. 

·      El uso de mascarillas durante todo el día de clases por parte de maestros, estudiantes y personal no docente, con las dificultades que esto conlleva.

·      Un mecanismo para la disposición adecuada de mascarillas y guantes durante todo el día. Este material, potencialmente infeccioso, debe ser removido por una compañía con licencia para el manejo de material biológico potencialmente infeccioso. 

·      Otros mecanismos para minimizar la exposición

Las pandemias regresan con furia

Todas las pandemias recientes (H1N1-1918, H2N2-1957 al 1958, H3N2-1968 y H1N1pdm09-2009) han tenido un rebote.  Esto significa que llega una oleada de infecciones y ocurre una disminución, seguida por una segunda oleada mucho más letal que la primera.  En este momento no hay evidencia que indique que esta pandemia será distinta.  Típicamente la segunda oleada llega en el hemisferio norte para octubre, coincidiendo con los cambios a temperaturas más bajas que favorecen la propagación viral.  En la pandemia del 1918, mal llamada “influenza española”, los primeros casos en Puerto Rico aparecieron en San Juan para el mes de junio, con un repunte más letal comenzando en octubre de 1918 y terminando para enero del 1919.  Esto fue seguido por una tercera oleada menos letal. Al final se reportaron 10,888 muertes y unas 250,000 infecciones en una población estimada de 1,250,000 habitantes.  Recomiendo el excelente libro “La epidemia reinante”, de la historiadora Mayra Rosario Urrutia del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico para más detalles.

Puede haber excepciones

Lo antes expuesto no significa que no podamos regresar de forma sumamente limitada a realizar algunas tareas.  Por ejemplo, podrían identificarse algunas experiencias de clase que tienen que, por su naturaleza, ofrecerse de forma presencial.  En ese caso se deben tomar las medidas necesarias para que sean dos o tres por semestre, y de forma escalonada citar a los estudiantes en grupos pequeños.  O que algunos maestros den su clase a distancia, pero desde la sala de clase, siempre y cuando existan las conexiones de internet adecuadas. Esto debería ser una opción excepcional para casos especiales.

Pondremos en riesgo a nuestros familiares

Muchos usarán el argumento de que los niños son menos propensos a sufrir la enfermedad de este virus, lo cual es cierto, aunque ya se han reportado excepciones.  Sin embargo, cada estudiante infectado se convertirá en un agente de transmisión cuando llegue todas las tardes a la casa, infectando potencialmente a las personas mayores del entorno familiar, que sí son más susceptibles a la enfermedad e incluso a la muerte por este virus.  Por supuesto, no solo serán los familiares los que estarán en mayor riesgo, sino las maestras, maestros y demás persona escolar.  

Los estudiantes no deben regresar en agosto

Por las razones antes expuestas, no debemos regresar de forma presencial en agosto a las escuelas, y cualquier actividad en las mismas debe ser limitada, controlada, y siguiendo todos los protocolos necesarios para minimizar el contacto entre las personas.  El semestre que viene deber ser usado para afinar y ensayar protocolos efectivos para cuando se pueda regresar.  Entiendo el trastorno social de tener los niños en la casa cuando muchos padres y madres tienen que trabajar, pero el gobierno debe proveer para esto, ya que para muchos de nosotros el Covid19 es un asunto de vida o muerte.  

martes, 26 de mayo de 2020

Por qué la Universidad de Puerto Rico no debe regresar presencialmente el próximo semestre

Por qué la Universidad de Puerto Rico no debe regresar presencialmente el próximo semestre


25 de mayo de 2020


Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Profesor de Microbiología
Universidad de Puerto Rico en Cayey


El sistema de la Universidad de Puerto no debe regresar de forma presencial en agosto. Las razones se caen por su peso, pero las discuto brevemente porque aún no están claras entre algunos sectores. 

La pandemia está comenzando
Los primeros casos del Covid19 fueron detectados en Wuhan, China hace solamente cinco meses. En ese corto lapso, y a la fecha de este escrito, se han reportado más de cinco millones y medio de casos y casi 350,00 muertes.  Aunque el número de casos en algunos de los países más afectados al principio se ha comenzado a estabilizar, se han desarrollado nuevos focos de infección significativos en países de América Latina, India, África y varios estados de Estados Unidos, que es el país con el mayor número de casos en el mundo.  A eso hay que añadirle que los países que han levantado sus cuarentenas están experimentando un aumento de casos.  La Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y reconocidos epidemiólogos coinciden en que la pandemia continuará por mucho tiempo.

No hay vacuna, no hay medicamentos
Si abrimos la universidad en agosto, lo único que nos podrá proteger serán las medidas de distanciamiento social, desinfección y pruebas moleculares. 

No sabemos que está pasando en Puerto Rico
Seguimos a ciegas.  Tras dos meses de cuarentena, aún el gobierno de Puerto Rico no ha establecido un sistema activo y eficiente de pruebas que determinen el grado de diseminación del virus SARS-CoV-2, causante del Covid19, entre la población.  Estas pruebas, también conocidas como pruebas moleculares o RT-PCR, son la lámpara molecular que nos permitirá ver y determinar cuán diseminado está el virus en el país y si es adecuado abrir los espacios sociales o no.  Más aún, el gobierno no ha implementado un sistema imprescindible de rastreo de casos.  Esto es lo que nos permitirá identificar a las personas que estuvieron en contacto con un infectado, y así hacerle pruebas y tomar las medidas para que esas personas no se conviertan en potenciales diseminadores de la enfermedad.  Se están haciendo pruebas, pero todavía son muy pocas.  Lo que es peor, se le está dando un peso desmedido a las pruebas rápidas que detectan anticuerpos.  Estos se comienzan a formar unos siete días después de entrar en contacto con el virus, por lo que lo único que nos indican es que la persona estuvo expuesta al virus por lo menos una semana antes, pero no si tiene el virus.   Durante todo ese tiempo la persona pudo haber infectado a cientos de personas y el rastreo se hace imposible. 

Necesitamos un protocolo de regreso
Faltan solo dos meses para completar un protocolo abarcador para la reapertura.  Regresar en agosto no puede ser abrir los salones y comenzar a dar clases.  Hay que establecer un protocolo riguroso para evitar los potenciales contagios entre todos los sectores de la universidad que debe incluir, entre otros:

·      La adecuación de la planta física para la nueva realidad de ofrecer clases en medio de una pandemia. Esto incluye la disponibilidad para todos de material desinfectante, y otros materiales, en todas las áreas públicas, oficinas, etc.

·      Un sistema de monitoreo de todos los miembros de la comunidad académica que puedan presentar síntomas, y uno de rastreo de potenciales contactos, de ser necesario.  Esto se debe coordinar con la Oficina de Salud y Seguridad de cada recinto, y con el Departamento de Salud. 

·      Evitar la aglomeración de estudiantes (y otros sectores) en pasillos y otras áreas físicas. Para esto hay que limitar el número de estudiantes en un área diseñando una oferta académica que propenda a un distanciamiento social saludable.  Incluye espacios como las cafeterías, biblioteca, y oficinas, entre otros.  Las secciones tienen que estar escalonadas.  Hay que tomar en cuenta la dificultad de implantar este tipo de medida, considerando factores culturales y afectivos entre los integrantes de la comunidad universitaria.

·      La desinfección de los salones entre cada clase (pupitres, mangos de las puertas, materiales y equipo), de tal forma que si una clase termina a las 8:50 la próxima no puede entrar a las 9:00 ya que tiene los empleados de recursos físicos, o las personas designadas, necesitan tiempo para desinfectar las áreas correspondientes.  Al terminar cada clase, hay que desinfectar el salón o área de estudio.

·      Un sistema organizado de entrada y salida en los salones.  Cada salón utilizado debe tener un solo acceso para los que entran y otro para los que salen.  Tanto la salida como la entrada tiene que ser de forma escalonada, para guardar la distancia necesaria. 

·      Espacio adecuado en los salones para el distanciamiento social.  Cualquier medida que se tome no tendrá valor si en un salón se reúnen, por ejemplo, treinta estudiantes sin una distancia adecuada entre ellos. 

·      El uso de mascarillas durante todo el día de clases por parte de profesores, estudiantes y personal no docente, con las dificultades que esto conlleva.

·      Un mecanismo para la disposición adecuada de mascarillas y guantes durante todo el día. Este material, potencialmente infeccioso, debe ser removido por una compañía con licencia para el manejo de material biológico potencialmente infeccioso. 

·      Otros mecanismos para minimizar la exposición

Las pandemias regresan con furia
Todas las pandemias recientes (H1N1-1918, H2N2-1957 al 1958, H3N2-1968 y H1N1pdm09-2009) han tenido un rebote.  Esto significa que llega una oleada de infecciones y ocurre una disminución, seguida por una segunda oleada mucho más letal que la primera.  En este momento no hay evidencia que indique que esta pandemia será distinta.  Típicamente la segunda oleada llega en el hemisferio norte para octubre, coincidiendo con los cambios a temperaturas más bajas que favorecen la propagación viral.  En la pandemia del 1918, mal llamada “influenza española”, los primeros casos en Puerto Rico aparecieron en San Juan para el mes de junio, con un repunte más letal comenzando en octubre de 1918 y terminando para enero del 1919.  Esto fue seguido por una tercera oleada menos letal. Al final se reportaron 10,888 muertes y unas 250,000 infecciones en una población estimada de 1,250,000 habitantes.  Recomiendo el excelente libro “La epidemia reinante”, de la historiadora Mayra Rosario Urrutia del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico para más detalles.

Puede haber excepciones
Lo antes expuesto no significa que no podamos regresar de forma sumamente limitada a realizar algunas tareas.  Por ejemplo, podrían identificarse algunas experiencias de laboratorio que tienen que, por su naturaleza, ofrecerse de forma presencial.  En ese caso se deben tomar las medidas necesarias para que sean dos o tres laboratorios por semestre, y de forma escalonada citar a los estudiantes en grupos pequeños.  O que algunos profesores den su clase a distancia, pero desde la sala de clase, donde las conexiones de internet son frecuentemente superiores a las que tenemos en nuestros hogares.  Esto debería ser una opción excepcional para casos especiales.

Nos jugamos la vida como institución
Si abrimos en agosto y la Universidad de Puerto Rico se convierte en un foco de infección, más bien, en once focos de infección por toda la isla, corremos el riesgo de perder un número significativo de nuestra matrícula, que buscará alternativas para continuar sus estudios.

Por las razones antes expuestas, entiendo que no debemos regresar de forma presencial en agosto, y cualquier actividad en los once recintos debe ser limitada, controlada, y siguiendo todos los protocolos necesarios para minimizar el contacto entre las personas.  El semestre que viene deber ser usado para afinar y ensayar estos protocolos en los once recintos. 


sábado, 29 de febrero de 2020

Cómo prepararnos para una pandemia del coronavirus, explicado de forma sencilla.

Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
@edwinvazquez en Twitter y FB

Hago las siguientes recomendaciones en caso de que el coronavirus llegue a Puerto Rico y comience a propagarse por la isla. Algunas pueden ser criticadas y rechazadas por gente que está acostumbradas a los puntos medios y a los consensos mediáticos pero hay que hablar claro.  Voy a dar mis recomendaciones de forma binaria. El sistema binario es uno donde se toma una de dos opciones.  No hay puntos grises, ni interpretaciones oscuras.  Es sí o no.  Es el sistema que entienden las computadoras para llegar a sus conclusiones.  Si es uno es sí, y si es cero, es no.  Eso de estar dando información dudosa, de que si debes o no ir al médico o quedarte en tu casa si hay luna llena o cuarto menguante, no funciona durante una pandemia.  Usted quiere que le hablen claramente y que le quiten el peso de tener que tomar una decisión para la cual no tiene toda la información.

En este momento usted debe tomar medidas preparatorias que se detallan más adelante. Son recomendaciones para nosotros, la gente común y corriente. El Departamento de Salud, el Departamento de Educación y el resto del gobierno deben tomar las medidas particulares para evitar el contagio. En este escrito presumiré el peor escenario, no para causar ansiedad, sino para que quede claro el nivel de preparación mínimo necesario. 

¿Cuál es la situación con el virus este?

Primero que nada, vamos a bajarle dos rayas a la histeria y la desinformación. En términos generales sabemos que el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, da lugar en su peor manifestación a una pulmonía letal y en su forma más tenue a síntomas similares a los de un catarro. Para complicar las cosas hay portadores que prácticamente no presentan síntomas, pero pueden transmitirlo. Su tasa de mortalidad estimada en este momento (y ese número probablemente baje según se detecten más casos) ronda el 2.5 por ciento. O sea, más del 97% de la gente que se infecte sobrevivirá. Así que no estamos hablando de un monstruo viral que llegue a una ciudad y arrase con la misma dejando una estela hollywoodiana de gente muerta. No será “World War Z” ni “Train to Busan”. Pero a diferencia de virus altamente infecciosos como el de influenza tipo A, para el coronavirus no existen medicamentos ni vacunas. Si una persona se enferma y el virus, en su peor manifestación, infecta a células de los pulmones, el tratamiento hospitalario consistirá en tratar de mantenerlo vivo en lo que su sistema inmune lo elimina. Esto puede tardar entre dos a tres semanas. Por eso la mayoría de las víctimas son personas relativamente viejas y con condiciones de salud que reducen sus respuestas inmunes.

 En el momento en que escribo esto, la Organización Mundial de la Salud no ha declarado una pandemia, pero debe hacerlo pronto. Una pandemia es una enfermedad que se ha regado por varios países, y hasta continentes, a partir de una fuente común de origen. Ahora mismo hay más de 65 países involucrados en prácticamente todos los continentes y más de 80,000 infectados en tres meses. Esto representa una propagación sumamente rápida.


A continuación mis mandamientos coronarios en caso de que el virus llegue a Puerto Rico y se salga de control.

  1. No tocarás a tu prójimo como a ti mismo.  De hecho dejarás los besos, saludos de mano, abrazos y todas las demás manifestaciones de empatía y amor que los puertorriqueños llevamos a cabo todo el tiempo, continuamente, 24/7. No tocarás. Si tienes los síntomas, llamarás al hospital o a tu médico y reportarás tu condición.  Seguirás las instrucciones que te darán, basado en los protocolos que se supone el Departamento de Salud haya establecido con el personal médico.  Si te tuvieras que quedar en casa, te aislarás voluntariamente de tus hijos, hijas, esposo o esposa, novia, amante, mascotas, y usarás artículos que no compartirás con nadie más.  Esto por unos 14 días.  Por 16, para irnos a la segura. Se estima que el período de incubación del virus es de 2 a 14 días.  Si a los 14 días desaparecieron los síntomas, puedes salir de la cuarentena auto impuesta.  Si tienes que asistir al trabajo, saluda de lejos, por lo menos a tres pies de distancia (más si es posible). Envía textos de saludos. 

  2. No te tocarás a ti mismo, en ciertas partes del cuerpo.  Se acabó el tocarte la cara, nariz, ojos.  

  3. Te lavarás las manos frecuentemente con agua y jabón.  Frecuentemente.  Y bien lavadas.  Eso de mojarse las manos un poco no basta.  Un buen lavado consiste en formar una buena espuma y lavarse las manos completamente, incluyendo entre los dedos y las uñas.  El tiempo estimado para un buen lavado es de unos 20 segundos  Esta medida, junto a no tocarse la cara, son las más efectivas para evitar el contagio.   

  4. No tocarás superficies públicas, mientras puedas evitarlo.  Si vas al baño y puedes empujar la puerta con el antebrazo u otra parte que no sean tus manos, hazlo.  ¿Qué tal cabeza, rodilla, muslos y cadera, a lo taíno?  Si tienes que tocar la manecilla o superficie parecida, usa algún tipo de servilleta que descartarás en el zafacón.  Limpia las superficies con las que entras en contacto frecuente con un buen desinfectante.  Si usas alcohol, asegúrate que la concentración está entre 60-85%.  No botes dinero en el que es 50%, que venden en algunas farmacias: no sirve.

  5. Usarás mascarilla. Este mandamiento originalmente decía que no debías utilizarla.  Pero la evidencia a partir de entonces ha demostrado que es un mecanismo efectivov para reducir las posibilidades del contagio.  Las más recomendables son las tipo N95, que filtran el 95 por ciento de las partículas. 

 ¿Cuál sería el peor escenario si el virus llega a Puerto Rico?


  Este sería el peor escenario: la economía del país quedaría totalmente paralizada. Para que tengan una idea, Milán es una de las ciudades de mayor actividad económica en toda Italia. Es un motor económico. En estos momentos, Milan es prácticamente una ciudad fantasma. Los restaurantes, museos, metros, autobuses, y demás lugares de encuentro social están vacíos. Hace unas semanas era una ciudad llena de vida, y hoy parece una ciudad de la Edad Media durante la peste negra. Esto en cuestión de semanas. Eso podría suceder, fácilmente, en Puerto Rico. Las escuelas cerradas. Las universidades cerradas. Los comercios locales cerrados, incluyendo los chichorros y las lechoneras de Guavate. Cero bancos. Cero servicios del gobierno. Los CESCOs cerrados. Probable escasez de alimentos, porque la histeria hará que la gente se lleve todo el arroz de las góndolas, aterrorizados porque Godzilla viene. Escasez de gasolina. Algo así como María, pero multiplicado, porque el huracán entró un día por Yabucoa y salió el otro por algún lugar de Hatillo. En el caso del coronavirus, este podría estar moviéndose a través de la población por meses y hasta más de un año. Claro, el atenuante es que esperamos que se desarrolle una vacuna, pero esto más de un año.

¿Cómo debo prepararme en mi casa, ante el peor escenario?

Usted debe evitar salir de su casa, si el virus comienza a transmitirse por el país. Debe tener los siguientes artículos:

  • Medicinas recetadas para varios meses.
  • Medicamentos "over the counter" para varios meses.  Estas deben incluir para la fiebre, dolor de cabeza, tos, etc.
  • Desinfectantes como alcohol en líquido y cremas, y de limpieza del hogar.  Su hogar nunca debería estar más limpio y desinfectado que durante una pandemia.  
  • Toallas sanitarias de mano y limpieza.
  • Alimentos para por lo menos dos meses.  El Department of US Homeland Security recomienda alimentos para dos semanas, pero esto es Puerto Rico. No tenemos vecinos por tierra que nos puedan suplir de comida e importamos el 85% de lo que consumimos.  Cualquier interrupción en el transporte marítimo, especialmente en Florida, sería devastador para nosotros.  Un mes,  como mínimo, pero evitando acaparar lops alimentos para no crear una escasez falsa basada en la histeria.  Comience a prepararse ya, con calma. 
    • Los alimentos deben incluir los típicos de nuestra dieta como arroz, habichuelas, y otros granos.  No se debería afectar el servicio eléctrico por esta razón, por lo que puede incluir carnes congeladas, etc.
  • Agua, aunque no se debería interrumpir el servicio de agua potable.
  • Gasolina, en caso de que se afecte el transporte de la misma.
  • Todo artículo de uso frecuente que estime importante para su dieta.
  • Bebidas de consumo usual (¿quién dijo vino?)
  • Si tiene bebés, los artículos típicos como pañales desechables, comida de bebés (por si tuviera dificultad en prepararla, que es lo ideal).
  • Si tiene niños de mayor edad, artículos de entretenimiento.  Piense que podría tener a sus hijos encerrados por meses y tiene que proveerles entretenimiento.  
  • Si cuida envejecienes, artículos de uso diario (pañales, etc)
¿Debo enviar a mis hijos a la escuela?

En caso de que el virus llegue a Puerto Rico, y comience a ser transmitido en la comunidad, las escuelas y otros centros públicos deberán ser cerrados por el gobierno.  Pero dado que el culipandeo oficial puede ser peligroso, si usted tiene información en el sentido de que el virus ha llegado a su comunidad, no envíe a los niños a la escuela.  Si es posible, quédese usted también.

¿Existen alimentos que puedan fortalecer mis defensas para evitar que el virus me infecte?

No.  Si le han dicho que consumir X o Y fruta es recomendado para el coronavirus, le están mintiendo.  Lo único positivo del consumo de frutas es que propenden a una buena salud, que es sinónimo de un sistema inmune saludable.  Pero una buena salud no evitará el contagio, aunque será una de las razones determinantes de si estará en el 97.5% sobreviviente o el 2.5% que pierde la batalla.  

¿Qué más puedo hacer?

Seguir educándose y no promover ideas falsas sobre este virus.

https://tinyurl.com/sng7mvf


domingo, 23 de febrero de 2020

Las vacunas explicadas de forma sencilla

Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Universidad de Puerto Rico en Cayey


¿Qué son vacunas? 

 Las vacunas son inyecciones que contienen el microbio que causa una enfermedad (o un derivado de este), pero al cual le han quitado la capacidad de causarla. Esto se logra matando al germen o quitándole todas las propiedades que le permiten infectarnos. Por ejemplo, la vacuna del sarampión contiene el virus vivo pero debilitado hasta el punto de que el pobre no puede infectarnos (la vacuna común del sarampión también contiene gérmenes atenuados para rubeola y paperas). La vacuna contra el papiloma, un virus que causa cáncer, especialmente en el útero, contiene virus totalmente inactivados. Impotentes. Plastas microbianas.

 ¿Cómo trabajan las vacunas? 

 Las vacunas son un engaño a nuestro sistema inmune, que es el que nos protege de enfermedades. Normalmente lo que sucede cuando nos infectamos es que si el microbio comienza a establecerse exitosamente en el cuerpo, porque barreras como la piel han fracasado (por cortaduras, quemaduras, etc.), las células del sistema inmune se activan para atacarlo. Es como si en una guerra las primeras líneas de defensa cayeron y hay que llamar a los soldados élite, los que no comen cuento, los que se lanzan en una lucha encarnizada a muerte. La crema de la crema. Los boinas verdes. Los “Navy Seals” del sistema inmune. Estas células, específicamente los linfocitos B, producen armas químicas en forma de proteínas llamadas anticuerpos, que se enlazarán al enemigo para evitar que prospere en su ataque. Los anticuerpos son sumamente efectivos en esta tarea. Los linfocitos B tienen la siguiente característica: ni perdonan ni olvidan. Esto significa que, si la persona sobrevivió al primer ataque del germen enemigo, la próxima vez los linfocitos B montarán una respuesta de defensa inmediata porque recuerdan cómo es el enemigo. Esto a diferencia del primer encuentro, donde al cuerpo le tomará aproximadamente una semana en organizar el ataque y producir los anticuerpos. Por eso las vacunas contiene al mismo germen que causa la enfermedad (o un derivado de este). Cuando lo inyectan, el sistema inmune entra en acción y monta una respuesta inmune contra lo que cree es un ataque genuino, por el germen. El sistema inmune no tiene la capacidad de discriminar entre un germen aplatanado que ha perdido su infectividad, y el germen bona fide que causa la enfermedad. De hecho, lo único que el sistema inmune discrimina es su lio que ha sido inyectado es parte de usted o es algo foráneo. Ser o no ser, como dijo el bardo. Así que su cuerpo responderá produciendo anticuerpos en una guerra que estaba ganada desde el principio pues el enemigo estaba desarmado. Pero, y aquí está la clave, si usted entra luego en contacto con el verdadero germen, el infeccioso, ya el sistema inmune lo reconoce y lo eliminará antes de que llegue a primera base. De hecho, usted ni cuenta se dará de que estuvo en contacto con él. Chévere, ¿verdad?

 ¿Causan efectos secundarios las vacunas? 

 En algunas personas puede causar una leve fiebre (por la activación del sistema inmune) y un leve sarpullido. Se estima que una persona por cada millón podría sufrir complicaciones alérgicas, pero en la lotería de la vida esa apuesta es mejor a sufrir o hasta morir por el sarampión.

Niño con sarampión ("measles").  La vacuna MMR protege contra esta enfermedad. 
Imagen de https://tinyurl.com/ybfjdb3n

 ¿Cuán efectivas son las vacunas? 

 Considere los siguientes datos, sobre la reducción de ciertas enfermedades después de introducir la vacunación: difteria, 100%; pertusis, 97%; tétano, 97%; varicela, 87%; hepatitis A, 89%; sarampión, 99.9%. Ahora tiro el micrófono, y me alejo lentamente. Bueno, aún no…

Imagen de https://images.app.goo.gl/BEuy7TRoKENxx5fx8


¿Cuánto tarda en desarrollar una vacuna? 

Lo más rápido sería, y con muchos recursos y empeño, un año, pero usualmente toma más tiempo.

¿Es cierto que las vacunas causan autismo? 

 No. Nyet. Non. Nein. Ochi. Este disparate surge de la publicación de un artículo fatulo, falso, engañoso y fabricado por Andrew Wakefield y asociados publicado en la revista médica The Lancet. Cuando se descubrió la mentira ya era tarde y varios periódicos publicaron los datos. Ese conejo salió de la gorra de la mentira y es difícil meterlo de nuevo. Especialmente cuando personas sin educación científica o una simple actitud escéptica siguen perpetuando esta mentira a través de las redes sociales.

 ¿Debo vacunas a mis hijos? 

 Absolutamente sí. Y a sus hijas también. Y a usted.  Y a su perro. Y a su gato.  Y a su sueg.......

lunes, 10 de febrero de 2020

El virus de influenza explicado de forma sencilla

Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Universidad de Puerto Rico en Cayey

¿Qué es un virus de influenza?

Se les llama virus de influenza a los que causan la enfermedad comúnmente conocida como la gripe, la monga o simplemente el flu.  En realidad hay cuatro grandes grupos de virus de influenza, el A, B y C y D,  pero la enfermedad a la que nos referimos es causada principalmente por los grupos A y B. El  C causa una infección leve y el D no parece afectar a los humanos sino a ganado y quizás otros animales.  El A tiende a ser el más peligroso pues tiene una mayor capacidad infecciosa y puede causar pandemias, que son infecciones que sobrepasan las barreras continentales y pueden afectar a millones de personas. Estos virus infectan predominantemente células del sistema respiratorio superior (el área de la garganta) y el inferior, donde están nuestros pulmones.  Para efectos del resto de la discusión, estaremos enfatizando en el influenza A.

¿Existe una vacuna para la influenza?

Existen vacunas que confieren una protección considerable, pero su efectividad puede variar de año a año.  Debido a que los virus sufren cambios o mutaciones en cada temporada, las vacunas son diseñadas usando datos que permiten estimar cuál versión predominará en una temporada particular.  Típicamente, las vacunas incluyen protección para por lo menos dos versiones del tipo A y dos del tipo B.

¿Qué es eso de H1N1 o H3N2?


Ilustración de https://tinyurl.com/saaxtmb.  

Estas designaciones se refieren a versiones o variantes del virus de influenza tipo A.  La clasificación está basada en dos tipos de moléculas que el virus presenta en su parte externa (hay otras moléculas).  Estas son hemaglutinina (H), que le permite al virus entrar a la célula para comenzar una infección, y neuraminidasa (N) que le permite a las nuevos virus que se formaron dentro de la célula infectada salir de esta.  Hasta ahora se han encontrado 18 versiones de la molécula H y 11 de la N, y cada virus tendrá una versión de cada una.  El H1N1 tiene la versión 1 de la molécula A y la 1 de la N.  El H3N2 tiene la versión 3 de H y la 2 de N, y así por el estilo.  Con tantas Hs y Ns posibles, se pueden generar 198 virus tipo A distintos.  Este año del 2019-20 predomina la versión H3N2 del tipo A.

¿Cuál es la peor versión?

Hasta ahora, el AH1N1 se lleva el premio a la versión más letal que ha conocido la humanidad.  En el 1918 causó una pandemia que arropó al mundo, y en el lapso de poco más de un año mató a más de 50 millones de personas (algunos estimados lo colocan en unos 100 millones).  En Puerto Rico se infectaron por lo menos 250,000 personas, en una población de 1,250 millones de habitantes.  De estos, se documentó la muerte de 10,888 puertorriqueños.  En el 1957 hubo una pandemia asática causada por H2N2 que mató a 1.5 millones de personas, en el 1968 una causada por H3N2 que mató a un millón, y la más reciente causada por H1N1 en el 2009 que se estima mató a unas 200,000 personas.  Algunos de estos virus, como el H1N1, tienen la habilidad de infectar, además de humanos, a animales como cerdos y aves.  Al pasar entre estos distintos hospederos, puede sufrir mutaciones que lo convietan en potencialmente más letal. Significa además que lo podemos adquirir a través del contacto con cerdos (flu porcino) o con aves (flu aviar). Sin embargo, es cuando adquiere la capacidad de infectar de humano a humano que da lugar a grandes epidemias y pandemias.


¿Cuán preocupado debo estar?



Si toma las medidas de salubridad recomendadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU y la Organización Mundial de la Salud, y se vacuna, no debería preocuparsr tanto pero debe estar atento.  Además, existen medicamentos tanto para la influenza A como la B, tales  como el Tamiflu®  y Relenza®, que inhiben la acción de la neuraminidasa. 

¿Fueron creados estos virus por algunos gobiernos o por farmacéuticas?

Eso es totalmente falso.  Hay gente ignorante que alega que algunos gobiernos preparan estos virus para controlar sus poblaciones y otros que las farmacéuticas lo hacen para vender medicamentos.  Este tipo de microbios patógenos llevan millones de años causando estragos, mutando y adaptándose a sus hospederos.  Muchos con un gran potencial patogénico aún están presentes en animales y otros organismos, listos para saltar a la especie humana si se da la oportunidad.  Es por eso que debemos conservar el ambiente, ser respetuoso del mismo, y no invadir el espacio de otros animales a través de los cuales podríamos entrar en contacto con estos microbios.  

¿Existe relación entre el coronavirus 2019 n-CoV reciente y los virus de influenza?

Ninguna.  Son virus diferentes aunque afectan principalmente el sistema respiratorio.  Por eso los medicamentos contra la influenza (ni sus vacunas), son efectivos contra el coronavirus.






domingo, 26 de enero de 2020

El coronavirus explicado de forma sencilla


Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Universidad de Puerto Rico en Cayey


NOTA: ESTE ARTÍCULO PODRÍA SER ACTUALIZADO SI LAS CIRCUNSTANCIAS CON LA INFECCIÓN DEL CORONAVIRUS DE WUHAN LO AMERITAN

¿Qué es un virus?

Un virus es una partícula capaz de infectar células y tomar control de su maquinaria biológica para obligarla a producir nuevas partículas virales.  Esto se debe a que los virus carecen de los atributos para multiplicarse solos.  De hecho, los virus no son capaces de ninguna otra cosa que no sea dar un golpe de estado a una célula para que los reproduzca.  Así garantizan su supervivencia como ente biológico porque si no desaparecerían.  Los virus son altamente específicos por lo que, en términos generales, solo pueden infectar a un tipo de célula, que será aquella que posea en su superficie lugares de enganche o enlace donde el virus pueda pegarse para comenzar su infección.  Una vez sea multiplicado, saldrán cientos de virus nuevos listos para infectar a las células vecinas.  Por eso es tan apropiado usar el término “viral” para describir algún evento, rumor o falsedad que se propaga por internet.  Es una multiplicación exponencial, donde comienzas con una partícula y puedes terminar con millones.  No hay antibióticos para las enfermedades virales pero sí tratamientos. Nuestras defensas estarán limitadas a evitar su propagación y tratar sus síntomas en lo que nuestras defensas inmunes se activan y lo neutralizan.  

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/da/HepC_replication.png.
La figura muestras la replicación del virus de hepatitis C.  La de los coronavirus es similar


¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una familia de virus particulares que tienen en su estructura externa unas proyecciones que dan la apariencia de las puntas de una corona, y de ahí su nombre.   Entre los coronavirus más conocidos están el SARS, el MERS y ahora el 2019-nCoV, también conocido como el coronavirus de Wuhan en “honor” a la provincia donde se originó la primera infección documentada.  La organización mundial de la Salud lo ha nombrado oficialmente la enfermedad causada por el virus como COVID-19. 

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/78/Coronaviruses_004_lores.jpg

¿De dónde salió este virus?


Como muchos de los virus que infectan a los humanos, salió de un animal que le servía de reserva.  Estos virus tienden a propagarse de animal a animal, usualmente dentro de la misma especie.  Mientras ese sea el caso, los humanos no tenemos mucho de qué preocuparnos, a menos que sean animales que sirven para nuestro consumo o tareas particulares.  A veces el microbio puede adquirir la capacidad de infectar a humanos (conocido como zoonosis), en cuyo caso solo las personas expuestas a estos animales serían susceptibles a la infección.  Por ejemplo, si un virus infecta a gallinas, típicamente las personas en riesgo serían los que manejan a estas aves.  Cualquier infección de este tipo se mantendrá localizada y será muy difícil su propagación la resto de la población.  En el caso del coronavirus de Wuhan se cree que se originó en murciélagos, que lo pasaron a pangolines y de estos a humanos.  El sitio específico donde se originó en China fue en una de plaza de mercado en Wuhan.

¿Cuál es, entonces, la gran preocupación?


El coronavirus de Wuhan sufrió un cambio que lo independizó de su hospedero animal, y adquirió la capacidad de transmitirse de humano a human (H2H).  Cuando esto sucede la probabilidad de que se disemine rápidamente aumenta de forma exponencial y, dependiendo del modo de transmisión, puede pasar de una pequeña comunidad hasta arropar a todo un país, regarse por un continente o ser distribuido por todo el mundo dando lugar a una pandemia.

¿Tenemos ejemplos de pandemias que puedan arrojar luz sobre el peligro de este virus?


Quizás el mejor ejemplo es el de la pandemia de influenza del 1918 que se estima mató, en un solo año, a entre 100 a 200 millones de habitantes a través de todo el planeta.  El virus era tipo H1N1. Solo en Puerto Rico fueron infectadas 250,000 personas, de una población de un millón y un cuarto de habitantes.  De estos, se documentó la muerte de 10,888 personas. Cabe señalar que este fue el año del gran terremoto de San Fermín.  Hasta ahí la comparación por ahora, pues no necesariamente este coronavirus sea tan infeccioso como el de aquella influenza, pero un dato preocupante es que las autoridades chinas dicen que el virus está siendo transmitido por personas asintomáticas.  O sea, que personas que infectadas no tendrían razón para pensar que lo están, y se podrían mover libremente por un país infectando a otros.

¿Cuáles son los síntomas del coronavirus?



Los síntomas varían, pero están relacionados con la infección del virus a células del sistema respiratorio.  Por eso pueden ser confundidos con los síntomas de la gripe típicos del virus de influenza.  Incluyen mucosidad, dolor de cabeza, toz, dolor de garganta y malestar generalizado.  En algunos casos el virus puede llegar al área de los pulmones y causar pulmonía, que puede ocasionar la muerte.  Hasta ahora, la mayoría de los fallecidos han sido personas mayores de edad con un pobre estado de salud.

¿Qué medidas debemos tomar?  


Estar alertas y educarnos.  Si se anunciara un caso en Puerto Rico, comenzar a usar medidas típicas de salubridad, como el lavado frecuente de manos y el uso de geles desinfectantes ("hand sanitizer") y minimizar el contacto físico con potenciales infectados.  Algo similar a lo que hicimos en el 2009, cuando apareció una cepa de H1N1 que infectó a muchas personas a través del mundo.  Contrario a lo que informó el Departamento de Salud de Puerto Rico recientemente, existe una alta probabilidad de que el virus llegue a Puerto Rico.  Esto debido a que se han documentado casos en Estados Unidos y solo hace falta que un boricua infectado, asintomático, coja un avión para la isla, cosa que no se puede evitar. Pueden acceder las páginas de la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, que tienen datos preliminares.  Como es de esperarse, al momento de esta publicación, la página del Departamento de Salud no contiene nada sobre el tema.  Por eso, como con las tragedias del huracán María y los terremotos del sur, por ahora dependemos de nosotros mismos y no del gobierno.

¿Existen vacunas?


Las vacunas son la forma más efectiva para evitar la propagación de microbios infecciosos.  Desafortunadamente, hasta ahora toma más de un año en desarrollar una vacuna, lo que incluye pruebas con humanos antes de ser usadas ampliamente.  Aún así, para algunos microbios no se han logrado desarrollar vacunas, como es el caso del VIH.